Como viene siendo tradición, a mediados de junio se recoge la flor del tilo en la Residencia Monsalve.

Nuestros jardineros les acercan con mimo las ramas a las voluntarias que delicadamente cogen a mano las florecillas y las hojas pequeñas a las que se une la flor, se dejan secar sobre un lugar sombreado y se guardan una vez secas en bolsas de papel o en tarros de cristal en un lugar seco y oscuro.

Para luego poder elaborar la infusión de tila y utilizarla para nuestro consumo propio.